miércoles, agosto 04, 2010

"Quiero ser mayor... pero solo por los pelos"

         "Lady Gaga encabeza la legión de famosas que se tiñen de gris"

Aunque lo parezca, no es el auge de las mujeres mayores, sino solo de su look. Puede que haya empezado con un par de fracasos seguidos a la hora de teñirse el pelo en casa, como explicó Pixie Geldof sobre su caso, pero la moda de llevar la melena gris está cada vez más en boga. Lady Gaga en la portada de la revista Vanity Fair y Kristen McMenamy en la de Dazed and Confused coronan la tendencia y confirman, cada una en su estilo, que ha llegado la hora de los pelos plateados.

Pero no se trata de dejar de esconder las canas. Jennifer Aniston (41) confesaba en 2007 que no paró de llorar cuando encontró en su cabellera los primeros pelos blancos, y, lamentablemente para las de su generación, no dejará de ser así. Para que sea chic, moderno y estiloso, el plateado tiene que ser artificial; conseguido ciento por ciento a base de sustancias químicas. Así que Helen Mirren no es parte del movimiento. Ni siquiera Kate Moss, que a sus 36 años causó tal escándalo cuando se dejó fotografiar con las raíces blancas, que corrigió rápidamente su "error".

Caso distinto es cuando se tienen 10 años menos. Kelly Osbourne, con 25, es una de las últimas famosas que en apuntarse al movimiento que los entendidos ya comienzan a llamar granny chic. Parece que todo esté permitido, siempre que se sea jovencísima y y con la pinta de las actrices de Las chicas de oro. Incluso, como muestra la hija de Ozzy Osbourne, el tinte liliáceo que recuerda a las abuelas más tradicionales.
"Estas mujeres demuestran que tienen el dinero y las ganas de convertir el pelo gris en un mandato de la moda", explicó Rose Weitz, experta en estudios de género de la Universidad de Arizona, en The New York Times. Por eso las pasarelas más importantes también se van poblando de modelos canosas y, en Manhattan, los estilistas más in lo atestiguan. "Cuando una se sube al carro, todas lo hacen", asegura Victoria Hunter, dueña de un salón de belleza en West Village, en Nueva York.

Con 19 años, Pixie, la hija menor de Bob Geldof, es otra fan de la tendencia, con la que se topó por casualidad. "Fui rubia tres años y necesitaba un cambio", explicó, sin miedo a ser confundida con su padre, cuando su pelo se convirtió en gris: "Solo me puse un decolorante un día y apareció. Fue totalmente radical. No quise repasarlo ni convertirlo en rosa ni en otro color. El gris que resultó me pareció genial".
"Tiene un elemento punk que gusta", concluye Neil Moodie, de Bumble and Bumble, una de las cadenas de peluquerías preferidas por las famosas de todo el mundo. "La modelo Kristen McMenamy está increíble así. El gris hasta ahora había sido considerado distinguido solo en el pelo de los hombres, pero esta vuelta de tuerca es realmente cool".

De hecho, McMenamy, por ser una de las precursoras, es de las pocas exponentes del falso pelo gris a las que se les consiente haber pasado los 40. A veces, el puro estilo puede más que la mismísima Kate Moss.

                                        De izquierda a derecha: Pixie Geldof y Kelly Osbourne.
                                      

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